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¿Cómo se grababa el «Un, dos, tres...»?

Capítulo 2

 

 

 

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

 

GRABACIÓN DE LOS PLAYBACKS DE LOS MUSICALES

 

No siempre fue necesario, ya que en las dos primeras etapas de «Un, dos, tres...» las azafatas no protagonizaban números musicales, pero a partir de la segunda parte de la tercera sí, y, sobretodo a partir de la cuarta etapa, las azafatas empezaron a cantar con su propia voz en los números musicales, por lo que tenían que acudir previamente al estudio de grabación para cantar sobre las bases musicales.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

 

   

ENSAYO DE LAS COREOGRAFÍAS

 

Una labor previa a la grabación que comenzó a ser fundamental a partir de la segunda parte de la tercera etapa de «Un, dos, tres...» fue el ensayo de las coreografías. Las azafatas y bailarines se ponían a las órdenes del coreógrafo de turno (según las etapas, Ricardo Ferrante, Giorgio Aresu, Sally Oʼneill o Carolina Rodríguez, entre otros) para aprender los pasos de cada uno de los números musicales.

 

Los primeros ensayos se hacían en una sala de baile delante de un espejo para ir corrigiendo los movimientos.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

En un segundo momento, la coreografía se ensayaba ya en el decorado, para marcar perfectamente las posiciones de cada uno de los miembros del ballet y para seleccionar los planos y los encuadres idóneos.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

  

 

   

GRABACIÓN EN DOS JORNADAS

 

Salvo en las dos primeras etapas, en las que el programa se grababa íntegramente en una única jornada, y las interacciones entre la zona de las gradas y el decorado temático se realizaban en tiempo real, el «Un, dos, tres...» necesitaba dos días de grabación.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1977

Por un lado, las dificultades que conllevaba introducir el coche en el plató cuando los concursantes descartaban o se quedaban con el objeto que escondía este premio y conseguir que la azafata que lo conducía lo dejara frenado en el sitio idóneo para que fuera correctamente encuadrado por la cámara, u otros regalos de considerables dimensiones, y por otro lado la creciente incorporación de números musicales en la subasta, llevó a Narciso Ibáñez Serrador a considerar que el programa debía grabarse en dos días.

 

En efecto, a partir de la tercera etapa, cada programa de «Un, dos, tres...» se grababa en dos jornadas, normalmente los lunes y martes. En el primero de ellos se rodaba todo aquello que tenía lugar en el decorado, como los números musicales de las azafatas o las actuaciones de los artistas invitados.

 

«Un, dos, tres...» - 1991

El primer día de grabación la zona de las gradas estaba en
penumbra porque sólo se necesitaba grabar en el decorado

 

  

 

 

GRABACIÓN DE LOS NÚMEROS MUSICALES

 

La grabación de los números musicales resultaba especialmente duro para las azafatas y el cuerpo de baile, ya que Narciso Ibáñez Serrador, gran perfeccionista, quería que la actuación quedara inmejorable, por lo que hacía repetir infinidad de veces las tomas hasta conseguir que los planos quedaran como pretendía.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

 

 

Además del gran número de tomas que se grababan con planos generales de los números musicales, una vez que Chicho consideraba que contaba con tomas suficientes para hacer un adecuado montaje, ordenaba grabar partes concretas del número con primeros planos de las azafatas, bailarinas o bailarines; se trataba de insertos, es decir, planos que utilizaría en el montaje final para insertar entre los planos generales grabados anteriormente.

 

«Un, dos, tres...» - 1988

 

 

Era habitual ver a Chicho en el plató dirigiendo a las azafatas y bailarines y dando las instrucciones oportunas.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

  

 

 

GRABACIÓN DE ACTUACIONES EN EL DECORADO

 

En la primera jornada de rodaje también se grababan las actuaciones de artistas invitados que tenían lugar en el decorado. Éstas requerían menos tiempo de rodaje, aunque también se repetían varias veces hasta que el resultado era satisfactorio a juicio de Ibáñez Serrador.

 

«Un, dos, tres...» - 1983

Los artistas invitados grababan sus actuaciones sin público en el plató

 

  

 

 

GRABACIÓN DE LAS ENTRADAS DE REGALOS

 

Una vez concluida la grabación de los números musicales y de las actuaciones, que era lo que más tiempo requería, se grababan las entradas de los regalos en el decorado, que no presentaba mayor dificultad, aunque a veces se repetían las tomas para que, por ejemplo, el coche quedara colocado en el sitio idóneo.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

Chicho y Gregorio Quintana dirigen la entrada del coche en el decorado

 

  

Aprovechando que el coche estaba en el decorado tras grabar su entrada para proyectarlo cuando los concursantes de la subasta decidieran dejarlo, se grababa también la tradicional despedida que las azafatas hacían subidas al coche.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

 

Además de los regalos que aparecían directamente en el decorado, como los coches, los barcos o los animales, en este primer día también se grababa la presentación de los regalos que aparecían detrás de las puertas laterales. Es decir, la apertura de la puerta, tras el famoso “¡arriba, chicas!” que pronunciaba Mayra Gómez Kemp, estaba grabado un día antes de que los concursantes dejaran el regalo en cuestión durante la subasta.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

 

En estas escenas se invertía poco tiempo en grabarlas, y solían quedar perfectas con una sola toma; tan sólo se tardaba un poco más en intercambiar los regalos que se escondían tras la puerta. Este ritmo más acelerado de grabación hacía subir los ánimos del equipo, ya cansados tras grabar reiteradas tomas de los números musicales.

 

«Un, dos, tres...» - 1987

 

  

 

 

GRABACIÓN DE LAS TRANSICIONES
DESDE EL DECORADO A LAS GRADAS

 

En las dos primeras etapas de «Un, dos, tres... responda otra vez» no se grababan las transiciones desde el decorado hasta la zona de las gradas porque todo el programa se rodaba en una única sesión.

  

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1973

 

 

Pero a partir de que cada programa se grababa en dos jornadas, en el primer día de grabación también se dejaban rodadas las imágenes de transición desde el decorado hasta la zona de las gradas; es decir, si algún invitado aparecía en el decorado y después debía desplazarse hasta la mesa de la subasta, se grababa su desplazamiento, de modo que se dirigía a la zona donde estaban las cámaras, para que diera la sensación de que caminaba realmente hasta donde estaban el presentador y los concursantes.

 

Al día siguiente, se retomaba el movimiento justo desde el lado contrario, de modo que caminaban de espaldas a la zona de cámaras (ya enfocando a las gradas), de modo que diera la impresión de que venían del decorado en ese mismo momento.

  

«Un, dos, tres...» - 1992

  

 

Lo mismo se hacía con las azafatas que acercaban el regalo de cada actuación a la mesa de la subasta. Lógicamente, había que cuidar los detalles y hacer que la azafata que grabara la transición el primer día fuera la misma que la que acercara el regalo el día siguiente, y que fuera vestida con el mismo traje, con el mismo peinado y los mismos complementos; algunas veces, no obstante, ocurrían fallos de raccord, y la azafata aparecía en la mesa con gafas, cuando del decorado venía sin ellas, por ejemplo.

  

«Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!» - 2004

 

 

 

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