Además de todos estos programas especiales de
Navidad, los personajes de «Un,
dos, tres...» protagonizaron muchos reportajes de prensa para felicitar
las fiestas navideñas o el año nuevo a los lectores.
Vamos a repasar ahora algunos de esos reportajes que aparecieron en la
prensa del corazón o en las revistas especializadas en televisión.
En la Navidad de 1984, la
revista Diez Minutos dedicó un especial a Mayra Gómez Kemp y a las
azafatas, que posaron vestidas de “Mamá Noel”, y en el que manifestaban
sus mejores deseos para los lectores.
En este reportaje,
Mayra
Gómez Kemp, que reconocía estar encantada con sus cinco azafatas, ya que
no sólo eran guapas por fuera, sino también y sobretodo por dentro, les
deseaba que llegaran a ser “Victorias Abriles”, de forma que el «Un,
dos, tres...» les sirviera de trampolín a todas ellas, y se convirtieran
en fulgurantes estrellas de la canción o de la interpretación.
Por su parte, el mayor deseo de
Kim
para 1985 era poder
recuperarse totalmente de su lesión en la pierna para poder volver a
bailar como a ella le gustaba. Naomi le pedía a 1985 que en el amor le
fuera mejor que en 1984 y que pudiera encontrar a un hombre simpático,
sensible y hogareño. Y Mari Luz soñaba con que la mejor noticia para
1985 fuera que se han acabado las bombas nucleares.
En enero de 1985, la
revista Antena TV llevó en su portada a tres de los cómicos de
«Un, dos, tres...» vestidos de Reyes Magos:
Raúl Sénder, del que ya se anunciaba que
el 11 de enero sería su última intervención en el concurso, puesto que
iba a grabar un anuncio de televisión; Josema
Yuste, que si bien no era habitual en el programa, había
participado en el programa dedicado a Drácula; y
Beatriz Carvajal, que había regresado al programa con el
personaje de “Gafancia”.
El reportaje de Diez
Minutos para la Navidad de 1985 fue más original si cabe que el del año
anterior y convirtió a las azafatas en un Belén viviente. El personaje
de la Virgen María fue realizado por Lydia Bosch.
Por su parte, Kim Manning se convirtió en
San José.
Las otras tres azafatas
fueron los Reyes Magos. Naomi Unwin fue el
rey Melchor; Gloria Fernández, el rey
Gaspar; y sin necesidad de maquillaje, Nuria
Carreras se convirtió en el rey Baltasar.
En enero de 1988, con el
final de la sexta etapa del programa, Antena TV llevó a su portada y a
un póster central vestidos de Reyes Magos a tres de los humoristas que
más éxito habían tenido en el programa: el “dúo
Sacapuntas” y Manolo Royo.
En la Navidad de 1991,
Jordi Estadella fue el protagonista de la
portada de Diez Minutos, con el titular “Un Papa Noel bonachón”.
En el reportaje, Jordi
reconocía que la Navidad la celebraría en familia, con su mujer, sus dos
hijos y sus suegros, y al estilo catalán, dándole más importancia al día
25 que al 24 de diciembre. El menú consistiría en escudella con galets,
pollo o pavo condimentado con un poco de salchicha, manzana, ciruelas y
piñones. Reconocía también que le gustaba mucho el turrón, aunque lo
prefería en agosto en forma de helado de turrón.
Para el año 1992 pedía “Virgencita,
que me quede como estoy”, además de salud para su familia; para el «Un,
dos, tres...» deseaba llegar al final con la misma marcha con la que
habían empezado, y con el mismo optimismo, éxito y contenido; y para
España deseaba que acabara la envidia.
En la Nochevieja de 1991 las azafatas de la
séptima etapa de «Un, dos, tres...» fueron entrevistadas por Diez
Minutos y expresaron sus deseos y peticiones para el importante año 1992
que estaba a punto de comenzar.
Así, por ejemplo,
María Abradelo le pedía al año nuevo
triunfar como cantante o como actriz en televisión; además reconocía que
ella no cocinaba, sino que ayudaba a poner la mesa, y que el menú de
Nochevieja en su casa era marisco y cordero. La francesa
Elsa Berardengo
anunciaba que pasaría las fiestas en su país natal y le pedía a 1992
felicidad para su familia y para ella junto a su novio.
Carolina Rodríguez,
que sí reconocía meterse en la cocina para preparar los entrantes de la
cena de Nochevieja junto a su madre, le pedía a 1992 ser feliz y debutar
en el cine. Belén Ledesma,
por su parte, declaraba que después de la cena de Nochevieja en casa,
salía de fiesta con su novio y más amigos, y lo que le pedía al año
nuevo era felicidad, que le fuera bien en el trabajo y debutar en el
cine.
Patricia Alcocer
reconocía que otros años habían puesto Belén y árbol de Navidad en casa,
pero que en esta ocasión no lo habían hecho; a 1992 le pedía salud,
dinero, más dinero, trabajo y amor. Y, finalmente,
Marta de Pablo
declaraba que en su familia acostumbraban a cenar con los menús típicos
de estas fechas (pavo, turrones y mazapanes); para el año nuevo pedía
fundamentalmente salud, un trabajo bien retribuido y gozar de paz
interior.
En la Nochevieja de 1992,
las siete azafatas de la octava etapa de «Un, dos, tres...» fueron las
protagonistas de un reportaje especial publicado en la revista Semana.
Tiffany Smith
declaraba que este año pasaría las Navidades en España, donde vivía su
novio, y soñaba
con llegar a ser una show-woman como Raffaella Carrá y grabar
un disco en 1993. Mayte Navarrete esperaba
que en 1993 pudiera seguir aprendiendo y prosperando profesionalmente.
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María Abradelo reconocía que le encantan las Navidades pero que
el único incoveniente que tienen es que con el exceso de consumo de
turrón se pierde la línea; a 1993 le pedía poder llegar a presentar un
programa de televisión y convertirse en cantante profesional.
Lucy Lovick también pasaría las fiestas de
Navidad en España, como Tiffany, porque se declaraba totalmente
enamorada de nuestro país. Alejandra Cano,
por su parte, reconocía que no disfrutaba en exceso de las fiestas de
Navidad por estar demasiado comercializadas y echar de menos a los seres
queridos que faltan; a 1993 le pedía que se cumplieran todos los
vaticinios de éxito que Chicho Ibáñez Serrador tenía sobre ella, aunque,
humildemente, reconocía que aún no se veía preparada para convertirse en
la gran actriz que veterano director veía en ella.
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Marta de Pablo le pedía a 1993 trabajo, pero sobretodo salud para
ella y su familia, porque la salud es lo más importante. Y
Carolina Rodríguez le pedía a 1993 amor,
aunque reconocía que en el mundo del espectáculo era difícil encontrar a
alguien que pudiera seguir el ritmo de trabajo de una artista; por lo
demás, soñaba con cantar, seguir bailando y presentar un programa de
televisión.
En el primer número de la revista Semana de 1993,
todo el equipo de «Un, dos, tres...» protagonizó un reportaje en el que
decían adiós a 1992 y daban la bienvenida al año nuevo.
En el reportaje no sólo salían Jordi Estadella,
Miriam Díaz-Aroca y las
azafatas, sino que también aparecían las hermanas Hurtado y
Raúl Sénder.
Miriam Díaz-Aroca y
Jordi Estadella
coincidían en que 1992 había sido un año genial, laboralmente hablando,
y le pedían a 1993 que
fuera igual que el anterior, aunque el trabajo fuera duro y de muchas
horas. Jordi bromeaba con la crisis que se avecinaba en 1993 y declaraba
que no estaba dispuesto a apretarse el cinturón. Miriam también deseaba
poder volver a rodar una película que le diera tantos éxitos como «Belle
epoque».
Las
hermanas Hurtado pedían continuar como
estaban hasta ahora; Paloma, que era la que tenía marido e hijos, estaba
encantada con su vida y no quería cambios; por su parte, las gemelas
Fernanda y Teresa pedían un poco de descanso en el trabajo, pero no
querían novios porque “luego hay que aguantarles sus manías”.
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Las azafatas contaron
cómo iban a pasar el fin de año. María Abradelo
admitía que le encantaba salir en Nochevieja de fiesta con los amigos y
tomar el tradicional chocolate con churros al amanecer;
Marta de Pablo reconocía que estaba
encantada porque pasaría Nochevieja en Barcelona con su familia;
Carolina Rodríguez también deseaba volver
a casa por año nuevo, porque, aunque estaba encantada en Madrid, echaba
de menos el mar; Alejandra Cano también
volvería a casa por Nochevieja, a disfrutar de su marido y sus padres;
para Lucy Lovick iba a ser una Nochevieja
especial, ya que la pasaría en España con su novio, y sería la primera
vez que se tomaría las uvas; Mayte Navarrete
no le iba a pedir ningún deseo a 1993, ya que en 1992 no lo hizo y le
trajo la oportunidad de ser azafata de «Un, dos, tres...»;
Tiffany Smith, por su parte, deseaba que
en 1993 hubiera alegría para todo.
Raúl Sénder declaraba que 1992 había sido un año maravilloso y
que en Nochevieja brindaría para que 1993 fuera un poco mejor, aunque
reconocía que no podía quejarse.
Josep María Bachs
protagonizó dos reportajes navideños siendo presentador del «Un, dos,
tres...». En Diez
Minutos le hicieron una entrevista en la que lucía un gorro de Papá
Noel, y en la que declaraba que en 1993 las Navidades serían algo más
ajetreadas que de costumbre porque la popularidad provocada por salir
cada semana en televisión le restaba tranquilidad. A 1994 le pedía
seguir como estaba, porque consideraba injusto desear más, especialmente
en esta época de crisis.
Para la revista Antena TV hizo otra entrevista, en esta ocasión vestido
de rey mago. En esta entrevista reconocía que siempre le habían gustado
mucho las fiestas de Navidad porque son el reino de la sorpresa y la
ilusión.
Además de estos dos reportajes individuales,
Josep María Bachs apareció acompañado por las siete azafatas de
la novena etapa de «Un, dos, tres...» en un reportaje con el que la
revista Semana quiso felicitar 1994 a sus lectores.
En la Navidad de 2003,
antes incluso del estreno de «Un, dos, tres... ¡a leer esta vez!», Luis
Roderas y las azafatas protagonizaron un reportaje en la revista Hola,
bajo el título “Los nuevos rostros de «Un, dos, tres...» en Navidad”.
Luis Roderas reconocía que la oportunidad y el cariño que le
estaba brindando Chicho Ibáñez Serrador eran increíbles.
Gloria Mezcua le pedía al 2004 salud y
amor y demostraba un gran entusiasmo por formar parte del nuevo equipo
de «Un, dos, tres...». Laura de la Calle
reconocía humildemente que no esperaba que pudiera ser elegida como
azafata al ver las chicas tan preparadas con las que coincidió en los
castings. Marta García afirmaba
con rotundidad que sabía que iba a aprender mucho en este trabajo porque
Chicho es una fuente de información y de experiencia.
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Victoria Ampudia estaba encantada con el hecho de haber sido
elegida azafata porque trabajar en «Un, dos, tres...» le permitiría
sacar la creatividad que llevaba dentro. Raquel
Oliván sólo tenía palabras de agradecimiento al año 2003 por
haberle dado la oportunidad de salir elegida como azafata del nuevo «Un,
dos, tres...», en el que esperaba aprender muchísimo de sus compañeras
y, sobretodo, del maestro Ibáñez Serrador.
Yolanda Aracil reconocía que ya era feliz y no podía pedir más, y
de repente se encuentra con la sorpresa de salir elegida como azafata de
«Un, dos, tres...», programa que entendía que era necesario en la
parrilla televisiva, ya que estaba harta de los contenidos que
imperaban.
Para acabar nuestro recorrido
por el tema de la Navidad en el «Un, dos, tres...», os dejamos con
muchas de las portadas de la revista TP que tuvieron a presentadores y
humoristas del programa como protagonistas durante las fechas navideñas.
Haciendo clic en cada una de las portadas podrás ver algunas de las
fotografías de los correspondientes reportajes.
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