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Representantes de Tacañón
del Todo en «Un, dos, tres...»

 

 

 

“DON CICUTA”

 

El primer representante de Tacañón del Todo en «Un, dos, tres... responda otra vez» fue “don Cicuta” (Valentín Tornos).

 

“Don Cicuta” - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1972)

 

 

“Don Cicuta” fue el precursor de los posteriores “Tacañones” de «Un, dos, tres...», todos ellos personajes caricaturescos, símbolos de una España desfasada, inmovilista y anticuada, y de alguna manera, crítica velada a la censura de la época franquista.

 

“Don Cicuta” representaba la “parte negativa” del programa, frente a la “parte positiva”, encarnada en Kiko Ledgard y sus azafatas, contra las que “don Cicuta” luchaba ferozmente por lo descocado de su vestuario.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972
Ver de esta guisa a las secretarias ponía enfermo a “don Cicuta”

 

 

A Kiko Ledgard siempre le reprochaba su derroche dinerario ofreciendo tantos premios a los concursantes.  Por eso, cuando durante la tanda de preguntas los concursantes cometían algún error en sus respuestas o se agotaba su tiempo, hacía sonar las campanas para que no siguieran acumulando dinero.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

“ARNALDO Y REMIGIO CICUTILLA”

 

Ya que la “parte positiva” estaba integrada por Kiko Ledgard y sus seis secretarias, “don Cicuta” quiso reforzar su posición haciéndose acompañar por otros dos habitantes de Tacañón del Todo: “Arnaldo Cicutilla” (Ignacio Pérez) y “Remigio Cicutilla” (Javier Pajares).

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1972

 

 

Estos dos ayudantes de “don Cicuta” no tenían ni voz ni voto pero eran un apoyo fundamental para el veterano tacañón en su lucha contra el derroche y la impudicia en «Un, dos, tres... responda otra vez».

 

 

LOS “SÚPER-CICUTAS”

 

Otro apoyo fundamental de “don Cicuta” fueron los llamados “súper-Cicutas”, que intervenían a través de la megafonía del plató si había que aclarar alguna respuesta errónea de los concursantes.

 

Aunque “don Cicuta” anunció en alguna ocasión a Kiko que le presentaría a alguno de los “súper-Cicutas”, no se conservan imágenes en vídeo de ellos.

 

 

 

 

“LOS TACAÑONES”

 

En 1976, “don Cicuta” decidió abandonar el «Un, dos, tres...» por su edad y envió al programa a tres nuevos representantes, que le sustituirían, mientras que él se quedaría en Tacañón, “reserva moral de la tele, ejemplo de pueblo austero, triste y negro”.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976
En el set de los “Tacañones” había una
imagen de “don Cicuta” en su recuerdo

 

 

EL “PROFESOR LÁPIZ”

 

El “profesor Lápiz” - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976)

El primero de los tres nuevos “Tacañones” era el “profesor Lápiz” (Pedro Sempson), al que los alumnos de la escuela de Tacañón llamaban así por ser delgado y tener la cara afilada.

 

El “profesor  Lápiz” se presentó a sí mismo como “sillonable”, es decir, candidato al próximo sillón vacante de la Academia de la Lengua.

 

El “profesor Lápiz” poseía una vastísima cultura que le permitía corregir a los concursantes cuando cometían algún error.

El “profesor Lápiz” se sentaba en la mesa que había en el set de “los Tacañones”

 

 

“DON RÁCANO”

 

El segundo de “los Tacañones” era “don Rácano junior” (Paco Cecilio), hijo de “don Rácano”, uno de los más influyentes terratenientes de Tacañón del Todo.

 

“Don Rácano” - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1976)

 

 

Su misión era controlar la economía del programa, de forma que los concursantes ganaran la menor cantidad de dinero posible.

 

 

“DON ESTRECHO”

 

El tercer componente del trío era “don Estrecho” (Juan Tamariz), un hombre austero, sencillo y pobre, defensor de las buenas costumbres, y “cortador” de cualquier inconveniencia, cualquier descoque, cualquier minifalda, cualquier palabra, cualquier mirada...

 

Compañero inseparable de “don Estrecho” era un siniestro cuervo bautizado como “Edgar Allan”, mascota de la mala suerte, que a partir del programa dedicado a las zarzuelas (21 de mayo de 1976) estuvo autorizado a hablar aunque sólo decía “Nunca más”.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976
“Don Estrecho” - «Un,dos, tres... responda otra vez» (1976)

 

 

Así, cuando “don Estrecho” le preguntaba “¿deben seguir apareciendo las azafatas en minifalda?”, el córvido parlante respondía “nunca más”. O si se le pedía su opinión acerca de si debían seguir permitiéndose concursos como el «Un, dos, tres...» en TVE volvía a responder “nunca más”.

 

 

“DON JUSTO RAJATABLA”

 

Cuando “don Estrecho” volvió a Tacañón del Todo, en su lugar enviaron como representante del pueblo a “don Justo Rajatabla” (Blaki), que, como podemos imaginar por su nombre, era estricto en la exigencia de las buenas costumbres.

 

“Don Justo Rajatabla” - «Un, dos, tres... responda otra vez» (1977)

 

 

“DON MENUDILLO”

 

“Don Estrecho” (Luis Lorenzo) fue otro representante de Tacañón del Todo que llegó al «Un, dos, tres...» para sustituir a “don Rácano”, y como buen habitante de Tacañón, conseguía poner de los nervios a Kiko Ledgard.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1977

 

  

 

 

“LAS TACAÑONAS”

 

A partir de 1982, en lugar de representantes masculinos de Tacañón del Todo, hubo representantes femeninas. Las tres nuevas “Tacañonas” venían a sustituir a los anteriores “Tacañones”, porque, según dijeron ellas mismas, “aquellos inútiles de hace cuatro años habían sido un descrédito para Tacañón”. La nueva representación fue anunciada por una señora de Tacañón, interpretada por Millán Salcedo.

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1976

 

 

“LA VIUDA DE POCO”

 

Una de las nuevas “Tacañonas” era “la viuda de Poco” (Paloma Hurtado). Su misión en «Un, dos, tres...» era defender la economía del programa de forma que todo aquel que quisiera llevarse “alguna perra, fuera con los pies por delante”.

 

“La viuda de Poco” - «Un, dos, tres...» (1982)

 

 

A la “viuda de Poco” le acompañaban sus dos hermanas, que, según la mayor, sólo tenían 17 años, pero era porque no les dejaba cumplir más años; seguirían siendo “doncellas hasta que se casaran”.

 

«Un, dos, tres...» - 1982

 

 

“INMACULADA, LA SEÑO”

 

“La Seño” (Teresa Hurtado) era la profesora de Tacañón del Todo. Le apasionaba la didáctica y sus conocimientos llegaban a límites sorprendentes. No había nada que ella no supiera o que no hubiera practicado... Bueno, había “algo” que no había practicado, pero la teoría se la sabía toda; hasta el punto de haber traducido el “Kamasutra” al esperanto.

 

Su misión en «Un, dos, tres...» era corregir los errores de los concursantes durante la tanda de preguntas.

 

“La Seño” - «Un, dos, tres...» (1982)

 

 

“MARI PURI”

 

“Mari Puri” (Fernanda Hurtado) era la más ingenua, pura y casta de las tres hermanas. Su misión era velar por la corrección en las costumbres; y se escandalizaba al ver a las azafatas en minifalda.

 

“Mari Puri” - «Un, dos, tres...» (1982)

 

  

 

 

“LAS DERROCHONAS”

 

En 1991 llegaron al «Un, dos, tres...» tres nuevas representantes de Tacañón del Todo, pero con una filosofía muy distinta a la de sus paisanos.

 

Se trataba de “las Derrochonas”, que eran sobrinas-nietas de las antiguas “Tacañonas”, ya fallecidas, y habían heredado toda su fortunda, que se encargaban de dilapidar comprando todo lo que se ponía a su alcance. Representaban “la buena vida” y se codeaban con la jet set y la high society europea.

 

«Un, dos, tres...» - 1991

 

 

Pero en el fondo de su ser estaban latentes las enseñanzas morales y la idiosincrasia de las gentes de Tacañón, y cuando la crisis económica empezó a azotar con fuerza a España decidieron cambiar su filosofía de vida y volver a defender los valores tradicionales de Tacañón del Todo.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

 

  

 

 

LAS TÍAS DE “LAS TACAÑONAS”

 

“LA TÍA VIRTUDES”

 

La “tía Virtudes” (Mercé Comes) fue otra de las representantes de Tacañón del Todo en 1993, en sustitución de la mayor de sus sobrinas. Heredera directa del glorioso “don Cicuta”, la “tía Virtudes” era fiel defensora del ahorro en televisión, y le declaró la guerra abierta a Bachs y sus siete azafatas.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

 

 

“LA TÍA MARÍA DE LA PURIFICACIÓN”

 

La tía “María de la Purificación” (Vicky Plana) era hermana de la “tía Virtudes”; otra solterona como ella que había acudido al «Un, dos, tres...» para acompañarla en la tarea de sustituir a la mayor de sus sobrinas hasta que se recuperara y pudiera regresar al programa.

 

«Un, dos, tres...» - 1993

 

 

Una vez que la sobrina pudo reincorporarse, las dos tías regresaron a Tacañón para descansar ya que por su avanzada edad, el Sr. Bachs y las siete “despendoladas” azafatas podían con ellas.

    

 

Agradecemos a Mariano, a Alfredo y a los amigos de “TP en portada” las fotos que nos enviaron

 

 

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