Tras este susto inicial, comenzó
la subasta con la descripción del decorado que hizo Kiko Ledgard. Se
trataba de un castillo donde había distintas puertas. Kiko les ofreció
inicialmente la puerta de las brujas, la de los fantasmas y la de los
vampiros. Los concursantes descartaron inicialmente la puerta de las
brujas, de la que salió un cuadro flamenco, que dio lugar a la actuación
de Manolo Gómez Bur, que recitó el romancero del vampiro cañí.
Una de las chicas del cuadro
flamenco dejó en la mesa una caja con murciélagos dibujados en sus
caras.
Justo después apareció Luis
Barbero tomando medidas a los concursantes para diseñarles un ataúd a
medida.
En Youtube podemos ver esta primera intervención
de Luis Barbero
Por la escalera apareció una momia
portando una caja con jeroglíficos dibujados. Antes de que los
concursantes pudieran rechazar un regalo, volvió a aparecer Luis Barbero
ofreciéndoles un ataúd biplaza para enamorados.
Kiko Ledgard invitó a los concursantes a rechazar
alguno de los regalos, eligiendo el contenido de la caja de los
murciélagos, en cuyo interior había una enorme dentadura de vampiro.
Pero la dentadura tenía un papelito que decía:
“Vale por un colmillo gigantesco”. Y Aurora Claramunt les acercó
un enorme colmillo de marfil.
Después descartaron el ataúd biplaza, en cuyo
interior había una calabaza
cortada por la mitad, en cuyo interior había un papelito que decía:
“«Un, dos, tres...» les acompaña en el sentimiento
y les desea que en paz las gasten: 500.000 pesetas”.
Después Kiko hizo abrir la puerta
de los fantasmas, que también habían rechazado los concursantes,
apareciendo unos fantasmas al son de la música de “Blancanieve y los
siete enanitos”. Los fantasmas dejaron un ataúd en miniatura en la mesa
de la subasta.
Del techo del plató cayó una araña
gigante provocando los gritos del público. En la araña había un sobre
enlutado.
Los concursantes decidieron
descartar el ataúd de miniatura que dejaron las fantasmas, en cuyo
interior había unas cadenas, pero no de fantasmas, sino de oro: las de
dos relojes, uno de señora y otro de caballero.
Después decidieron descartar la caja egipcia, en
cuyo interior había la cabeza de Cleopatra, con un papelito que decía:
“Perdí la cabeza por mi amor a Marco Antonio. Es
que Italia es tan bonita... Yo les invito a recorrerla durante un mes.
Con un besito de Cleo, reina de Egipto”.
Kiko ofreció 20.000 pesetas a quien le diera una mano.
En este momento apareció Narciso Ibáñez Menta que saludó a la
concursante quedando con su mano... Fue Ibáñez Menta el que se llevó la
caja egipcia.
En Youtube podemos ver esta intervención del
padre de Chicho
Los concursantes decidieron dejar en este momento
el sobre enlutado.
Kiko les ofreció quedarse con el sobre y 10.000 pesetas. Los
concursantes insistieron en quedarse con el regalo que escondía la
puerta de los vampiros. Kiko subió su oferta a 15.000 pesetas. Los
concursantes confirmaron su decisión de quedarse con la puerta de los
vampiros, y Kiko subió su oferta a 20.000 pesetas. Pero los concursantes
se ratificaron en su decisión y Kiko leyó el contenido del sobre:
“Vale por lo que ha elaborado durante un año este
laborioso bichito: ¡70.000 pesetas en seda!”.
Kiko hizo abrir la puerta de los
vampiros, que escondía el premio final de la subasta: ¡un fantástico
coche!
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