Narciso Ibáñez Serrador,
director, realizador y guionista

Como no podía ser de otro modo, también la sexta etapa de «Un, dos, tres...» estuvo dirigida, realizada y escrita por el genio de la televisión Narciso Ibáñez Serrador.

No obstante, el programa había ganado mucho en espectacularidad y Chicho se hizo ayudar de Luis Murillo y Joaquín Oristrell a la hora de confeccionar los guiones del programa.

Luis Murillo siguió colaborando muchos años más con Chicho en programas como «Hablemos de sexo» y posteriores etapas de «Un, dos, tres...», y escribiendo guiones para películas y series de televisión. Joaquín Oristrell, por su parte, se dedicó al cine, y escribió los guiones de películas como «Bajarse al moro», «Salsa rosa», «Todos los hombres sois iguales», «Boca a boca», «El efecto mariposa», «El amor perjudica seriamente la salud», «¿De qué se ríen las mujeres?», «Reinas», etc.; también es el coordinador de guiones de «Cuéntame cómo pasó», serie con la que ha rendido homenaje a Chicho Ibáñez Serrador en varias ocasiones.

En esta sexta etapa, además de aparecer en el primer programa para presentar la nueva etapa, y en el último para despedirla, Narciso Ibáñez Serrador intervino en algunas subastas del programa dando paso a los vídeos de «Endurance» desde el control de realización.

«Endurance» era un programa de pruebas físicas japonés del que Chicho ponía fragmentos en el «Un, dos, tres...» para demostrar que las pruebas que se hacían en la eliminatoria del programa no eran nada complicadas ni duras en comparación con las que tenían que sufrir los concursantes japoneses.

Aunque en un primer momento Narciso Ibáñez Serrador recibió con desagrado la ubicación del «Un, dos, tres...» en la noche del lunes, en lugar de la del viernes, como había sido en las últimas etapas, confirmó que la idea de la entonces Directora de TVE, Pilar Miró, fue todo un acierto, ya que el programa consiguió duplicar la audiencia que TVE conseguía la noche de los lunes, además, de batir todos los records de audiencia, alcanzando la irrepetible cifra de veintiún millones de espectadores.

Una de las cosas de las que Chicho se sintió más orgulloso en esta etapa fue el poder contar con Nina como azafata; ficharla no resultó fácil y fue necesario que acudiera previamente a dos programas como artista invitada. Finalmente, Chicho consiguió su objetivo y Nina llegó a ser muy popular como azafata, y demostró ser una excelente cantante.

Con esta sexta etapa, Chicho hizo un «Un, dos, tres...» mucho menos pretencioso que el de las dos anteriores etapas, grabado en un plató más pequeño y con una duración máxima de noventa minutos. A pesar de eso, logró, como siempre, un programa con una factura impecable, merecedor incluso de un segundo Premio Ondas. Lo explicó Mayra Gómez Kemp en el primer programa; éste sería un programa sencillo y más humilde que el habitual, pero que se estaba preparando un “súper «Un, dos, tres...»” mucho más espectacular. Lo que no sabía Mayra, y quizás tampoco Chicho cuando finalizó esta sexta etapa, es que no sería ella la presentadora; ambos brindaron, tras grabar el último programa, por el éxito y por haber trabajado juntos los cinco últimos años.

En el primer programa de la sexta etapa, Chicho, acompañado por la actriz Luisa Armenteros, volvió a abrir el cajón del «Un, dos, tres...» que había cerrado en el último programa de la quinta etapa.

Para la despedida de la sexta etapa, Narciso Ibáñez Serrador volvió a recurrir al cajón, como en la etapa anterior, para guardar el programa; pero en esta ocasión la despedida tuvo un tono menos melancólico y triste, quizás porque Chicho sabía que el programa acabaría volviendo.

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