Cinco chicas en lugar de seis
Aunque en momentos puntuales de la
etapa anterior hubo programas con menos de seis azafatas en
pantalla, era la primera vez en la historia en que no hubo un
sexteto titular, sino un quintento. No se reveló nunca el porqué
de esta circunstancia, aunque se manejan diversos factores que
pudieron conducir a esta situación: el principal fue que dado
que se requería que las chicas cantaran, bailaran y comunicaran
bien,
Chicho Ibáñez Serrador
no encontró aspirantes con esos perfiles tan completos, a pesar
de los múltiples castings que hizo por varios sitios de
España.

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El hecho de que faltara una azafata
también puede deberse a que la “sexta” iba a ser el
personaje de
“Eugenia Enchufols”,
interpretado por
Eugenia Roca,
aunque fue suprimido a partir del sexto programa. Finalmente,
puede ocurrir que fallara la sexta chica, ya que se publicó que
sería azafata la modelo
Garbiñe Abasolo
y la actriz
Amparo Moreno,
aunque no resulta extraño que ésta iniciara conversaciones con
Chicho para interpretar el personaje de la “parte negativa”
que finalmente acabó encarnando Eugenia Roca.
Dos azafatas de la etapa
anterior
Fue en esta cuarta etapa cuando por
primera vez en la historia de «Un, dos, tres...» dos
azafatas titulares de la etapa anterior repitieron como
azafatas; es el caso de
Kim Manning
y de
Gloria Fernández.
Anteriormente también hubo alguna
chica que participó en dos etapas consecutivas, pero no con el
carácter de titular en una de ellas; es el caso de
Patricia Solís,
que intervino como azafata suplente al final de la segunda etapa
de «Un, dos, tres... responda otra vez» y, después,
fue titular en la tercera. Como curiosidad se puede indicar que
Patricia también formó parte de la cuarta etapa, pero ya en
tareas de producción.
Junto a Kim y a Gloria hubo tres
chicas debutantes que completaron el quinteto:
Lydia Bosch,
que ejerció de contable,
Naomi Unwin,
que junto a Kim era la azafata extranjera, y
Mari Luz Lence.
Sin sustitutas
Por primera y única vez en la historia
de «Un, dos, tres...» las cinco azafatas titulares
estuvieron los veintiséis programas de los que se compuso esta
etapa, sin necesidad de recurrir a chicas que ejercieran de
suplentes, y ello a pesar de que
Kim Manning
comenzó la etapa con la pierna vendada como consecuencia de una
lesión que sufrió ensayando el número musical del primer
programa. Aunque
Chicho
declaró que este contratiempo le obligaría a encontrar a una
azafata que la sustituyera durante los primeros programas,
Kim
era tan carismática y querida y encontrar chicas de su perfil
era tan complicado, que finalmente
Kim
apareció en pantalla con su pierna vendada.
Tampoco fue necesario sustituir a
Gloria Fernández,
que dio un susto a todo el equipo durante una grabación, ya que
se hizo daño ejecutando un paso de baile; afortunadamente no fue
nada grave y los servicios médicos de los Estudios Roma pudieron
atenderla.
Cuatro pasaron a la etapa
siguiente
Tan bueno fue el quinteto que
consiguió formar Chicho Ibáñez Serrador que cuatro de las
azafatas de la cuarta etapa repitieron en la siguiente:
Gloria,
Lydia,
Naomi
y
Kim.
Mari Luz
fue la única que no continuó como
azafata en la quinta etapa de «Un, dos, tres...»
(1985-1986); se desconoce si fue por voluntad propia o por deseo
de
Narciso Ibáñez Serrador,
pero el caso es que su puesto tuvo que ser ocupado por
Nuria Carreras.
Uniformes oficiales poco
utilizados
A pesar de que la imagen de las cinco
azafatas de la cuarta etapa de «Un, dos, tres...»
con sus uniformes oficiales consistentes en los maillots rosas
con calentadores blancos es icónica, lo cierto es que en el
programa los utilizaron en muy pocas ocasiones; concretamente,
en los programas dedicados al mundo del disco (12 de abril de
1985) y en el último programa de la etapa (3 de mayo de 1985).
En cambio, los utilizaron para diversos posados para reportajes
de prensa y para la fotografía que aparece en el reverso del
disco
“El show del «Un, dos,
tres...»”.

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En esta cuarta etapa de «Un,
dos, tres...» fue la primera vez, además, en que las
azafatas no utilizaron en ninguna ocasión las clásicas gafas
enormes de concha que las habían caracterizado en etapas
anteriores; ya en la segunda parte de la tercera etapa
(1983-1984)
Chicho
le anunció a
Mayra
que las azafatas sólo utilizarían sus gafas cuando fueran
vestidas de “pantera rosa”; en cambio, en esta
cuarta etapa no utilizaron las gafas en ninguna ocasión, ni en
los reportajes de prensa; tan sólo las usaron unas chicas de
figuración que acompañaban a Arévalo en una de sus apariciones.
Números musicales con sus
propias voces
También en esta etapa se generalizaron
los números musicales en los que las azafatas cantaban con sus
propias voces, con letras escritas para la ocasión; en la etapa
anterior se solían utilizar playbacks de comedias
musicales, salvo en alguna ocasión en la que
Silvia Marsó
cantó con su propia voz.
No obstante, en algunos programas,
sobretodo en los primeros y en algunos números musicales, como
el de “Hair”, del programa dedicado a la historia
del pelo (26 de abril de 1985), se utilizaron playbacks.
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