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Los animales
en «Un, dos, tres...»
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Pero si sufrido para los concursantes era enfrentarse a vaquillas, ratones o serpientes en la eliminatoria, no lo era menos la posibilidad de ganar como premio algún animal en la subasta. Famosa es en «Un, dos, tres...» la frase “si coche, coche; si vaca, vaca”, que viene a significar que en el programa los concursantes se llevan lo que han ganado (y no su valor monetario al cambio). El hecho de que se nombre a una vaca nos hace pensar que algún programa ese fue el premio, aunque no nos consta en cuál.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

Los concursantes dejaron pasar una vaca
en el programa dedicado a la prensa

 

 

En cambio, sí nos consta que en dos ocasiones los concursantes de la subasta se llevaron un animal a casa.  Así ocurrió en el programa dedicado a las zarzuelas (21 de mayo de 1976), en el que la pareja, convencida de que iban a ganar el coche, acabaron quedándose con un precioso corcel.

 

En este vídeo vemos el final de la subasta del programa dedicado a las zarzuelas.

 

 

 

Y en el programa dedicado a París (28 de septiembre de 1987) los concursantes también ganaron un animal; en este caso, un camello.

 

En este vídeo vemos el final de la subasta del programa dedicado a París.

 

 

 

En el resto de los programas los concursantes anduvieron más astutos y supieron esquivar los regalos que escondían un animal como premio.

 

Por ejemplo, en el programa dedicado a los cómics (7 de enero de 1977), los chavales que concursaban dejaron de ganar dos preciosos caballitos (aunque quizás a ellos les hubiera hecho ilusión tenerlos).

 

En este vídeo vemos cómo estos dos simpáticos sevillanos rechazan los dos caballitos.

 

 

 

En el programa dedicado a los bajos fondos (25 de noviembre de 1977), uno de los premios fueron ratones. Los concursantes no se los quedaron, pero...

 

En este vídeo vemos qué ocurrió con aquellos ratoncillos.

 

 

 

En el programa dedicado a los grandes almacenes (16 de marzo de 1984) los concursantes podrían haber ganado unas crías de cerdo.

 

En este vídeo vemos aquel momento.

 

 

 

En el programa dedicado a la espuma (15 de noviembre de 1985) los concursantes dejaron escapar dos preciosos burros.

 

«Un, dos, tres...» - 1985

 

 

También un burro, como el de “Platero y yo”, rechazaron Ángel y Belén en el primer programa de la séptima etapa de «Un, dos, tres...» (13 de septiembre de 1991).

 

En este vídeo vemos el borriquillo que perdieron los concursantes en este programa.

 

 

 

Un burro fue también el premio al que optaban los concursantes del programa dedicado al lejano Oeste (14 de mayo de 1993), pero que tampoco quisieron. María y Mayte acercaron el burro a la mesa y Jordi Estadella aprovechó para saludar a Pascual Rovira de la Asociación para la Defensa del Borrico (ADEBO), con sede en Rute (Córdoba).

 

En este vídeo vemos este momento.

 

 

 

Estos concursantes del programa dedicado al Oeste también rechazaron otro regalo relacionado con animales. 

 

En este vídeo vemos qué otros animalillos dejaron de ganar Carmen y José Carlos.

 

 

 

Los concursantes del programa dedicado al Mercado Común (24 de enero de 1986) tuvieron hasta el final de la subasta la posibilidad de ganar unos preciosos gatitos.

 

En este vídeo Nuria nos enseña los gatos que perdieron María José y Alberto.

 

 

 

También un par de gatitos siameses dejaron de ganar los concursantes en el programa dedicado a Thailandia (segunda parte), emitido el 26 de febrero de 1993.

 

En este vídeo vemos los dos siameses que perdieron los concursantes... y algo más...

 

 

 

El mismo regalo dejaron pasar los concursantes del programa dedicado al lejano Oriente (25 de febrero de 1994), aunque esta vez no venía con apartamento.

 

En este vídeo vemos los dos gatitos siameses que perdieron los concursantes.

 

 

 

Unos gatitos también fue uno de los premios que podían haber ganado los concursantes del programa dedicado al teatro griego (9 de diciembre de 1977).

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1977

 

 

Otros felinos, quizás no tan inofensivos como los gatitos, también se ofrecieron como premio en otro de los programas de la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez».

 

«Un, dos, tres... responda otra vez» - 1977

 

 

“La flauta mágica” fue una de las composiciones de Mozart. No podía estar más claro; el regalo que escondía la flauta no podía ser otra cosa que...

 

En este vídeo vemos los animales que se escondían en la flauta del programa dedicado a Mozart (15 de noviembre de 1991).

 

 

 

Los concursantes del programa dedicado a Mozart rechazaron los ratones y un millón de pesetas por ratón. En cambio, mucho más desagradables y sin recompensa económica fue uno de los premios del programa dedicado a Drácula (16 de enero de 2004).

 

En un programa dedicado a Drácula uno de los premios no podía dejar de ser...

 

 

 

De más peso es el premio que Fernando Esteso y Rocío Dúrcal dejaron escapar en el programa dedicado a las revistas del corazón (17 de febrero de 1984).

 

En este vídeo vemos el premio que perdieron los concursantes de este programa especial.

 

 

 

El mismo premio perdieron los concursantes del programa dedicado a la magia (28 de mayo de 1993).

 

En este vídeo vemos a Patricia Rivas guiando al elefante que acababan de perder los concursantes.

 

 

 

También un elefante fue uno de los premios que rechazaron las concursantes del programa dedicado a “Sandokán” (23 de enero de 2004).

 

En este vídeo vemos al simpático elefante que perdieron Trini y Desireé.

 

 

 

Otro animal de gran peso fue el que podían haber ganado los concursantes del programa dedicado al infierno (17 de septiembre de 1982).

 

En este vídeo descubrimos de qué animal se trata.

 

 

 

A diferencia de lo que ocurrió con los concursantes del programa dedicado a París, los del programa dedicado a Marruecos (11 de octubre de 1991) consiguieron rechazar el dromedario que estaba escondido en uno de los objetos de la subasta.

 

En este vídeo vemos la cara de alivio que se les queda a los concursantes.

 

 

 

En el programa dedicado a la meteorología (11 de mayo de 1987), los concursantes perdieron un apartamento, pero para obtener el título de propiedad tenían que cuidar a Obdulia, una cabra.

 

En este vídeo Kim nos enseña a la cabra con la que tendrían que haber convivido los concursantes.

 

 

 

En el programa dedicado a las bebidas (25 de mayo de 1987), los concursantes perdieron un precioso San Bernardo.

 

En este vídeo Kim a “Cus cus”, un cachorro de tres meses.

 

 

 

Y, aunque no fue un premio propiamente dicho, para que los concursantes ganaran hasta cinco millones de pesetas, tenían que elegir al ratón que ellos pensaran que ganaría la carrera.

 

En este vídeo vemos si los concursantes eligieron al ratón ganador.

 

 

 

 

 

Además de premios a los que podían optar los concursantes, algunos animales fueron los regalos que se dejaban en la mesa con una tarjetita para que los concursantes eligieran entre uno y otro. Por ejemplo, en el último programa de la primera etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez», dedicado al circo (30 de abril de 1973), los concursantes rechazaron el regalo que escondían dos caballos y un potrillo.

 

Dos caballos y medio... El regalo no podía estar más claro; en este vídeo vemos lo que los concursantes perdieron.

 

 

 

En el programa dedicado a París (28 de septiembre de 1987), tras la actuación de Paloma San Basilio cantando “Luna de miel”, Nina llevó a la mesa una paloma.

 

Recordemos con este vídeo esta fantástica actuación de Paloma San Basilio.

 

 

 

En el programa dedicado a Marruecos (11 de octubre de 1991), las azafatas viajeras (María Abradelo, Marta de Pablo y Carolina Rodríguez) dejaron en la mesa varios animalitos. En primer lugar, a don Avelino, nombre con el que fue bautizado un simpático camaleón. Y después a Zoraida, una bonita tortuga.

 

En estos dos vídeos esta vemos a María, Marta y Carolina dejar estos dos regalos en la mesa de la subasta de Jordi Estadella.

 

           

 

  

El conejito del número de magia de Juan Gabriel en el programa dedicado a los Reyes Magos (3 de enero de 1992) también se quedó en la mesa como regalo, aunque no había forma de que se estuviera quieto.

 

En este vídeo vemos como Jordi Estadella le pide a María Elena que sostenga al conejillo, y la niña cumple su misión encantada.

 

 

 

 

 

Se nos quedan en el tintero muchísimas otras anécdotas, como la del pequeño cocodrilo procedente de El Cairo, de la segunda “misión «Un, dos, tres...»”, que el equipo del programa tuvo a bien no sacarlo en escena, ya que en el lavabo de las oficinas de Prointel (la productora de Chicho) le había dado un mordisco al palo de una fregona dejándolo totalmente destrozado.  

 

 

Seguramente a lo largo de la historia de «Un, dos, tres...» haya decenas y decenas de escenas más en las que aparecieron animales; con esta sección no hemos querido comprender a todas ellas, sino hacer un pequeño repaso por algunas de las ocasiones en que el mundo animal hizo acto de presencia en el programa, para demostrar que Chicho Ibáñez Serrador se atrevía con todo, en contra de lo que decía Hitchcock, uno de cuyos lemas era no trabajar nunca ni con niños ni con animales.

 

 

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