“Veinte años es un buen remate”

A pesar de que en la conversación que Chicho Ibáñez Serrador mantuvo con “don Mariano” al comienzo del último programa de la séptima etapa el director afirmó que veinte años era un buen remate, dando a entender que «Un, dos, tres...» podría no volver nunca más, lo cierto es que después de eso hubo tres etapas más.

No podía ser de otra forma; la séptima etapa fue un éxito, a pesar de las televisiones privadas, y eso motivó que en la temporada siguiente se decidiera que hubiera una nueva etapa, que también resultó todo un éxito.

A razón de nueve o diez puros por grabación

Narciso Ibáñez Serrador era un experto fumador de puros habitual, pero los días que más habanos consumía eran los de grabación, en los que podía llegar a fumar hasta nueve o diez puros, debido al gran estrés que le suponía el rodaje de cada programa.

La última vez que Chicho dirigió a Kiko

La última vez que Chicho Ibáñez Serrador dirigió a Kiko Ledgard fue en la grabación del programa con el que finalizaban la segunda etapa de «Un, dos, tres... responda otra vez», que fue emitido el 27 de enero de 1978. Ninguno de los dos podían imaginar aquel día que nunca más podrían compartir un plató de televisión como director y presentador, respectivamente.

Una cabeza que apareció varias veces en el programa

La cabeza de indio jíbaro que Chicho Ibáñez Serrador porta en la fotografía que acompaña a este texto, tomada en su oficina de PROINTEL, apareció en varias ocasiones en el «Un, dos, tres...». Por ejemplo, fue uno de los premios ofrecidos a los concursantes en el programa dedicado a “lo que hoy mola” (1 de noviembre de 1985), Jordi Estadella lo quiso servir como plato para comer en el programa dedicado a la cocina española (29 de enero de 1993), y Jordi Soler apareció con ella en uno de los programas de la novena etapa, cuando interpretaba el papel de sobrino periodista de Bachs obsesionado con los programas de sucesos.